No hace falta que camine todo lo que recorrimos
no hace falta que te mire con lujuria lo prohibido
no hace falta que me lleve por todos lados tu fantasma
no hace falta que te espere llorando por la ventana
no hace falta la ultima noche enredada en tu espalda
para entender que a tu boca ya la mia no le cuadra
Lo que hace falta es que se caiga de estas manos que te aman
la esperanza moribunda, taciturna y sin agallas
lo que hace falta es que desgarres de una vez toda mi alma
y escapar de una vez corriendo de esta tortura que me embarga
Sin comenzar, solo continuar con lo que tengo
descuidando mi sentir, omitiendo lo que siento
Como el girasol buscando su sol
muriendo cada noche y reviviendo por la mañana.
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